
Sin embargo, los programas emitidos resultaron ser en realidad un ejercicio de manipulación -o directamente de falsedad en muchos momentos que deformaba la situación real de Palestina siempre en favor del agresor, el Estado de Israel.
Jordi Évole equipara a víctimas y verdugos, ofreciendo una imagen de equidistancia, de una supuesta ‘guerra’ entre iguales en la que todos son culpables y, a la vez, víctimas. En ninguno de los dos programas emitidos se dan datos históricos ni estadísticos ni se contextualizan las situaciones que se presentan. Limpieza étnica, ocupación ilegal, vulneración de la legalidad internacional y de los derechos humanos, colonización, ‘judaización’ de Jerusalén Este, asesinatos y torturas, operaciones militares, el cerco de Gaza… Nada de esto se explica de forma clara a un espectador medio obviamente no familiarizado con la materia.

Toda esta serie de despropósitos llega a su apoteosis al final del segundo programa. Para cerrar la serie, Jordi Évole viaja hasta un kibbutz cercano a Gaza. El planteamiento parece sacado de una película de vaqueros e indios. Los habitantes del kibbutz son presentados como unos granjeros pacíficos que sólo quieren cultivar la tierra. Pero los ‘malvados’ indios no dejan de atacarles, aunque esta vez no con flechas sino con cohetes lanzados desde la Franja. Se muestran los refugios, los destrozos, se recuerda a un granjero muerto por uno de estos cohetes…

víctimas. (En esta línea, tampoco se menciona que la mayoría de los kibbutz se construyeron sobre las tierras más fértiles, robadas a los palestinos por la fuerza). Évole ratifica esta sensación con sus continuas apelaciones a los “radicales”. Continuando con la estética del Lejano Oeste, el presentador y su anfitrión se dirigen en todoterreno -como si fuera el caballo- hasta la verja de Gaza para contemplar desde la lejanía “a los indios”. Observan a “la tribu” desde una prudente distancia y después se dan la vuelta, entre comentarios que indican su “temor y miedo” ante los indígenas.

Por todos estos motivos, te pedimos que envíes el siguiente correo tanto a La Sexta como al periódico Público (ambos medios de comunicación son propiedad de la misma empresa, Mediapro). En contra de lo que nos quieren hacer creer, estas acciones de protesta son efectivas. No hay nada más que les preocupe tanto a las empresas como
su imagen pública. Recientemente, Televisión Española retiró de su página web el programa Españoles en Jerusalén, de la serie Españoles en el Mundo, por una manipulación informativa similar a la de Salvados en Palestina.
Correo dirigido a La Sexta y Público
A través de este correo quiero hacer patente mi protesta por el programa Salvados en Palestina, de Jordi Évole. En los dos capítulos del programa se mostraba una imagen distorsionada del conflicto palestino-israelí, equiparando a víctimas y verdugos, difundiendo falsos estereotipos sobre los árabes, presentando a supuestos ‘expertos’ que ofrecían datos falsos sin una contraparte que los refutara (los palestinos no han reconocido el Estado de Israel, la ong IHH es el Hamás turco, etc), obviando cualquier contextualización histórica y política o, simplemente, ocultando la realidad, como el cerco medieval al que Israel somete a la Franja de Gaza. Por todas estas razones, solicito a La Sexta que tome las acciones pertinentes para subsanar los perjuicios que ha causado al emitir esta mala praxis periodística dirigida a un público -el televisivo- no famliarizado en general con la materia y, por ello, susceptible de ser manipulado.
COPIALO PARA ENVIAR

La Sexta: http://www.lasexta.com/contacto
Público: cartas@publico.es
fuente: Red Solidaria contra la Ocupación de Palestina (RESCOP)